sábado, 16 de mayo de 2009

domingo, 29 de marzo de 2009

Los "para qué" de la Actividad Física
















1. La actividad física promueve la salud y la belleza corporal: había una máxima galénica que decía "tenemos medicina porque no tenemos gimnasia". Es evidente que la actividad física reduce los riesgos cardiovasculares, el colesterol, las taquicardias y la hipertensión; mejora el trabajo cardíaco; disminuye el % de grasa; provoca mejoras pulmonares y la adquisición de hábitos higiénicos y correctores (higiene postural); efectos positivos sobre el crecimimento (huesos, mineralización ósea, conformación de las superficies articulares); mejora los procesos fisiológicos; favorece el sueño y el apetito; provoca efectos psicosomáticos positivos como el tranquilizante (reducción de los síntomas objetivos de la tensión), el antidepresivo, el euforizante (relacionado con un estado de relajación psicofísica) y el analgésico (eleva el umbral de dolor); otros efectos asociados como la salud mental y el bienestar y la reducción de la ansiedad.

2. La Actividad física adapta a la persona, fundamentalmente a los niños, a su propio cuerpo, en los cambios en el proceso de crecimiento y desarrollo mediante la evolución de la conciencia corporal, es decir, "la autoimagen". El hombre se mueve para ganar comprensión y apreciación de sí mismo. El problema evolutivo más importante de la pubertad y de la adolescencia es la conquista de la identidad personal. Está íntimamente ligada con la IDENTIDAD CORPORAL. La etapa puberal se caracteriza por la pérdida del cuerpo infantil y la aparición de la nueva imagen corporal, con hondas repercusiones en toda la personalidad. Los problemas se presentan, sobre todo, en estas direcciones:

.- El modo cómo el adolescente vive su cuerpo, ya sea como algo obsesivo, ya sea evitándolo, ya sea tolerándolo.

.- La distancia entre el cuerpo real y el cuerpo deseado, que suele ser origen de conflictos.

.- La inestabilidad que supone la estructuración y desestructuración constante de la imagen corporal por efecto del crecimiento rápido y los cambios corporales, que pueden llevar a un sentimiento “fantasmático” de ruptura y “despedazamiento del propio cuerpo”.
La asunción por parte de los adultos (padres, profesores, amigos) de los cambios que se operan y de la nueva imagen corporal y la relación que el adolescente establezca con el cuerpo de los demás (sexo contrario, profesores, padres, etc.) van a adquirir una importancia suprema en la conformación de la personalidad. El papel básico de la actividad física estará en ayudar a resolver estos problemas, no a complicarlos.
Como medios utilizables estarían: deportes de equipo para los aislados; deportes de combate para los agresivos; relajación para los inestables; danza para los que están inhibidos o incómodos con los límites de su cuerpo; gimnasia para los débiles; actividades rítmicas para las personalidades anárquicas; actividades en la naturaleza para desarrollar espíritu de aventura; etc.,.

3. La actividad física adapta al individuo a su entorno físico, social y cultural a través del uso del movimiento y vivencias corporales como punto de partida de experiencias educativas en la primeras edades. A ello contribuye la “educación psicomotriz”, la superación del “analfabetismo motriz”, el deporte, la danza, el juego.

4. Promueve el desarrollo de "conductas lúdicas" creando hábitos y actitudes positivas hacia la práctica de ejercicios físicos en el tiempo libre. De esta manera no alejamos del tabaquismo, alcoholismo, drogadicción, etc.

5. Contribuye a la creación y desarrollo de conductas de autocontrol como factor de disciplina y conocimiento de uno mismo. Las funciones cognitivas superiores influyen sobremanera en el aprendizaje motor. En el ámbito afectivo hay una reducción de la agresividad, de la ansiedad.

6 Favorece el desarrollo moral y del carácter. Desde la famosa "areté" de los espartanos y "kalokagatía" del los atenienses, que atribuían al ejercicio físico valores como virtud y valentía, hasta pedagogos próximos, todos resaltan la importancia de la actividad física en este campo.
7. Desarrolla la capacidad biológica, las cualidades físicas, las habilidades motrices y las conductas expresivas.

8. Ayuda, sobremanera, al equilibrio psiquico









martes, 24 de marzo de 2009

Qué es la salud?



Hablar de salud no es hablar de ausencia de enfermedad alguna. Es algo más complejo porque sobre la salud de una persona confluyen multitud de variantes: la herencia; factores ambientales; situación social y cultural; costumbres y formas de vivir; relaciones con los demás; tipo de trabajo; etc.


Hablar de salud es hablar de bienestar físico, psíquico y emocional y para conseguir esto es preciso desarrollar una actividad física adecuada a la edad, un autoconocimiento y autocontrol propio acorde con mis capacidades y un equilibrio emocional a prueba de bombas. Descubrir el placer de conocer y desarrollar nuestra biología, nuestra psicología y nuestras emociones es un excelente camino para conseguir nuestro bienestar.


Dice la sabiduría popular que no sabemos lo que vale la salud hasta que la perdemos. No hay que esperar a perderla para valorarla, para cuidarla y para protegerla. Pero incluso, cuando se ha perdido, siempre hay un resquicio para mejorar.


Cuenta la leyenda que Prometeo, el titán creador de la humanidad, regaló secretamente a los mortales el fuego que había robado del Olimpo y les transmitió los conocimientos que había recibido de Atenea. Cuando se enteró Zeus se enfureció de tal manera que lo encadenó a una columna e hizo que un buitre le comiera las entrañas durante el día para que se regeneraran durante la noche y así sufriera sin descanso. Posteriormente Zeus ordenó a su hijo Hefesto, dios del fuego, que creara a la mujer más hermosa posible. Este obedeció y dio vida a Pandora. Zeus mandó a Pandora a la tierra para que regalara a Prometeo una bonita caja en la que antes él había guardado las enfermedades, la envidia, el odio, los vicios, la locura y demás males de la humanidad. Pero Zeus, ofuscado por la furia, en un descuido introdujo en la caja la esperanza. Prometeo, intuyendo la mano siniestra de Zeus, no aceptó la caja y rogó a Pandora que nunca la abriese. Ésta, sin embargo, no pudo resistir la tentación y un día la destapó. De inmediato salieron de la caja todos los males, pero también escapó la esperanza, y desde entonces amparó a los mortales.


Dice Sydney J. Harris (Limpiando la tierra, 1986) que "los seres humanos creemos en lo que queremos creer, en lo que nos gusta creer, en lo que respalda nuestras opiniones y en lo que aviva nuestras pasiones".


Las personas que funcionan bien día a día son aquellas que, al levantarse, buscan las circunstancias que desean y si no las encuentran las inventan. Esto es una evidencia de que la salud es un conglomerado integral de bien hacer, no solo físico sino psíquico y emocional. Nuestra forma de dar respuesta a las diversas situaciones, tanto adversas como favorables, refleja nuestro talante. Si éste es optimista, tendremos mucho ganado.


La depresión suele ir acompañada de síntomas físicos, dice Luis Rojas Marcos. Esto es un síntoma claro de que la salud no proviene exclusivamente del lado físico y biológico sino del emocional y cerebral. La salud se complementa con estados emocionales gratificantes y fomento de estilos positivos de pensamiento.